Después de una mala experiencia con otra asesoría, pasando de comer humo, una dieta muy restringida y con una amenorrea severa, a través de un amigo que me habló muy bien de Ruby decidí contactar con él para ponerme en sus manos. Nos pusimos manos a la obra, con una dieta muy variada, nada restrictiva, comiendo de verdad y disfrutando de la dieta y en cuestión de días la regla hizo acto presencia. Casi fue magia. A parte de eso, se preocupa para que uno mejore día tras día, trabajando con los básicos como pilar del entrenamiento, pero también individualiza y se adapta a los gustos y a potenciar esos puntos débiles. Además es un lujo ir a verlo al búnker para hacer entrenamientos individualizados y pasar revisión, mostrándose siempre positivo y siendo muy sincero con lo que ve. Sólo me queda agradecerle todo el trabajo que hace...